Suelo evitar pasar muchos dias en las grandes ciudades, soy mas de campo o pequenos espacios urbanos, sobretodo con ninos. Pero reconozco que Saigon me gusto y pasamos un buen rato, a pesar de que al tercer dia me puse mala. Diarrea y bajon general, tipico sindrome del viajero.
El hotel estaba en lo que en su dia fue la zona de mochileros, ahora conviven hoteles y restaurantes de todos los precios y estilos. Es un laberinto de callejones bordeado por una amplia zona verde con un fantastico parque para los ninos.
La primera noche fue un poco movida porque encontramos chinches en las camas. Los ninos no se enteraron pero yo dormi fatal. Asi que al dia siguiente nos cambiamos al hotel de enfrente donde por el mismo precio nos dieron una habitacion el doble de grande!
Aparte de ir al parque casi todos los dias, aprovechamos para ir al cine y al parque acuatico, son actividades que solo se ofertan en las grandes capitales y hay que aprovechar.
El ultimo dia visitamos Cu chi. Una red de tuneles y camaras subterraneas de 259 km de longitud, construida durante la ocupacion francesa en los anos 40 y expandida durante la Guerra de Vietnam en 1960. Para entonces yo ya estaba medio mala y, si le sumamos el hecho de que no me suelen gustar las cuevas pequenas, reconozco que dure poco en los tuneles. Josh y los ninos hicieron un recorrido bastante largo.
Hacia tiempo que no visitabamos un museo o lugar representativo de la guerra. En Camboya habiamos visto bastantes y la verdad es que te vas con el animo por los suelos.
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