Desde Kampot se pueden hacer diferentes excursiones organizadas, pero despues de preguntar a varias agencias decidimos hacerlas por nuestra cuenta. Sobretodo porque empiezan a las 8.30 de la manana y ultimamente Lucas y Aisha no se despiertan antes de las 10.00.
Asi que nos aventuramos a coger un tuc tuc y visitar una zona del rio muy frecuentada por la gente de aqui, sobretodo durante el fin de semana. En la temporada de lluvia hay rapidos en el rio, ahora solo habia una corriente algo mas rapida de lo normal, pero lo suficiente para banarnos y jugar con un neumatico enganchado a un arbol. La temperatura del agua era tan buena que hasta Aisha se bano.
El conductor del tuc tuc nos acompano todo el dia y nos ayudo a descifrar los precios e ingredientes de los diferentes aperitivos que nos ofrecian los vendedores ambulantes de la zona. Probamos arroz con coco y sesamo cocinado en hojas de banano y unos dulces riquisimos llamados nidos de pajaro. Todo por 2,5 dolares!
Antes de volver a casa Lucas se quedo jugando con unos ninos que tenian unos tirachinas caseros. Le explicamos que no todos los ninos pueden comprarse juguetes y que en Cambodia en muchas ocasiones tienen que fabricarselos ellos mismos. Ahora andamos con una bolsa llenas de cartones de leches, botellas y pajitas para hacer nuestros propios juguetes.
3 de las 5 noches en Kampot hemos estado en Les Manguiers, un hotel con cabanas en las afueras de la ciudad con un enorme jardin, un parque infantil, canoas y zona para bano en el rio. Llegamos en fin de semana y el hotel estaba lleno de ninos americanos y espanoles residentes en Phonm Penh, el paraiso de Lucas! Y que pequeno es el mundo porque una de las familias espanolas eran los amigos de nuestros amigos en Madrid con los que ibamos a contactar en Cambodia.
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