Una de las aventuras que le habiamos prometido a los ninos era montar en elefante en el norte de Tailandia. En la guia habiamos visto un sitio que nos gustaba por el buen trato y cuidados que les daban. Tenian hasta su propio hospital. El unico pero era que estaba a 2 horas de distancia de Chiang Mai y para un solo dia nos parecia mucho viaje. Habia otros campamentos mas cerca pero su reputacion no era nada buena y por principios no queriamos dar dinero a negocios que no respetaban a los animales.
Despues de investigar con calma nuestras opciones finalmente decidimos que merecia la pena las dos horas de viaje y emprendimos camino. Merecio la pena, el viaje fue menos de 1 hora y media y el sitio nos encanto. Lucas y Aisha empacharon a los elefantes de bananas, bambu y pepino, su dieta habitual, vimos como se banaban, montamos en ellos y visitamos el hospital y la guarderia donde estan los peques con sus madres. Tambien vimos el espectaculo, bastante aburrido sino te gusta el circo, pero impresionante ver como los elefantes pintan con la trompa o empujan y apilan grandes troncos de madera.
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