Railey es uno de los mejores y mas famosos destinos en Tailandia donde ponerse el arnes y los pies de los gatos y enfrentarse a las enormes paredes de piedra caliza a pie de playa. A todas horas desfilan personas cargando cuerdas y mochilas llenas de mosquetones y hay un sin fin de negocios locales donde contratar un guia y el equipo de escalada por unas horas.
Josh y yo hicimos turnos y escalamos medio dia cada uno. Acabamos destrozados por la falta de practica pero disfrutamos como enanos. Yo tuve al profe en exclusiva y al cabo de dos horas intensivas se agotaron mis fuerzas!
Lucas tambien queria escalar y, aunque se lo habiamos quitado de la cabeza porque no encontrabamos equipo infantil, en cuanto nos vio escalar a nosotros volvio a insistir. Josh ya habia encontrado un sitio donde hacian cursos de escalada a partir de 5 anos asi que Lucas tuvo su baustimo en Railey! Lo hizo con bastante estilo aunque el descenso fue un desastre y el guia tuvo que subir a por el. Bajar parece facil pero tiene su truco.
A Josh no pudimos hacerle fotos, llegamos tarde porque tuvimos un pequeno incidente domestico. Un gato arano a Lucas en la mano y nos obligo a bajar nuestro habitual ritmo mananero de piscina y deberes.
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